Aunque ya nadie escuche
aunque caiga la tarde,
y me cubra de estrellas
y me encuentre la noche.
Aunque caiga la tarde
y me moje el rocío
y me encuentre otro día.
Y florezcan rosales
o perfumen jazmines,
y mi mano se extienda
y mi boca no alcance.
Aunque mire la luna,
vacía,
y el sol no me alumbre,
escondido.
Aunque el tiempo no entienda,
perdido,
¡puedo decir te quiero todavía!
En tu poesía subyace siempre un "te quiero", pero en esta oportunidad lo decís sin más. Casi con desenfado: está muy bien, muy bien...Es bueno poder decir esto y mucho más... Adelante. Freud dice que la líbido mueve al mundo, como esa fuerza que nos empuja a amar, y a que irrumpan los jazmines desflorados....
ResponderEliminarGuille sos mi seguidora leal...ya podrías ponerte como tal...gracias amiga!
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