Cuando la música nos lleve al grado máximo de disfrute, de elegancia de los sonidos, de emociones tranquilas y de paz, por su entrega y profesionalismo, nos acordaremos de Ud.
Hace un tiempo, por esas casualidades, me acordaba y me preguntaba por qué no lo veíamos ni escuchábamos... hace dos días leí que estaba delicado... hoy ya no está entre nosotros...
Gracias MAESTRO Sr. ARIEL RAMIREZ, lo admiré siempre, su música iluminó mi alma...Mirta
Mirta: tuve la suerte de haber sido dirigida por él, en la Misa criolla, que un día se hizo sobre la explanada de la Catedral de Paraná. Ese mismo día lo hicieron mi marido y mi hija, que estaba en el Coro de Niños. Una noche inolvidable, y una dirección tan exigente como impecable... Adiós, querido maestro, autor de tantas sublimes cosas nuestras, que ya están habitando el subconciente colectivo. Cariños.
ResponderEliminar